El estrés es considerado el mal del siglo XXI. Muchos parecen estar aquejados a él a consecuencia de una vida demasiado agitada, demandante y competitiva. Aunque por ello se considera causa de diversas enfermedades cardiovasculares, ansiedades y depresiones, es necesario y de hecho vital: le debemos nuestra supervivencia y el lugar que ocupamos entre los seres vivos.