En cada generación la epigenética se reprograma en un 95% (ver texto en Cienciorama: “Epigenética: el laberinto alrededor de los genes”); es decir que los marcadores químicos que se hallan en la superficie del ADN regulando la actividad desencadenada por la interacción del organismo con el ambiente, se borran durante las primeras semanas de desarrollo del embrión. El equipo de Azimn Surani, de la Universidad de Cambridge, descubrió que el fenómeno de borrar era obra de una sola red de genes. Aunque también se percató, al trabajar con células humanas y de ratones, de que el 5% de los marcadores sí se conservan y pasan a las generaciones futuras, marcadores que en su mayoría se encuentran en los genes del cerebro, con algún papel en el desarrollo neuronal. Al examinar los genes donde se expresan, y examinarlos a partir de los datos del Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, se dieron cuenta que estos estaban relacionados con enfermedades genéticas, por lo que los marcadores podrían estar asociados a desórdenes metabólicos como la obesidad y a enfermedades neuronales como la esquizofrenia. Se piensa que la eliminación de los marcadores es en la mayoría de los casos un mecanismo de supervivencia, pues permite adaptarse más fácilmente al entorno.
Fuente: http://www.cell.com/cell/fulltext/S0092-8674(15)00564-4
Imagen: http://www.taringa.net/comunidades/ciencia-con-paciencia/8557666/Post-Epigenetica-Hacia-una-nueva-forma-de-diagnostico.html