Que se pueda volar en un avión compuesto casi totalmente de aire parece ser la apuesta de Boeing, la compañía aeroespacial más grande del mundo, que anunció la semana pasada haber encontrado la forma de utilizar un metal de 99.99% de aire para sus futuros aviones.
Julia Greer de la Universidad de California, Irvine, y Tobias Schaedler de HRL Laboratorios, una empresa asociada a Boeing, entre otros investigadores estadounidenses, desarrollaron este material ligero basándose en la estructura de los huesos, con un exterior rígido pero con numerosas cavidades en su interior. El resultado es una micro malla en 3D compuesta de tubos microscópicos huecos hechos de una aleación de níquel con fosforo de un diámetro mil veces más delgado que un cabello, que repiten un mismo patrón y que en su interior sólo tienen aire. Esta estructura se fabricó a partir de polímeros líquidos de tiol-eno que se endurecen al ser expuestos a la luz UV. Se ha logrado crear así uno de los metales más resistentes y ligeros conocidos hasta ahora. Una importante característica de este material es que absorbe los golpes: puede comprimirse más de un 50% para amortiguar una caída y luego recuperar su forma inicial.
Boeing planea introducir este metal en la construcción de la estructura de los aviones, así que se espera que en un futuro éstos sean mucho más ligeros y por lo tanto las cantidades de hidrocarburos para hacerlos volar serán menores.
Fuente: http://www.boeing.com/innovation/
https://www.sciencemag.org/content/334/6058/962