Los argumentos para determinar el nivel de protección de un ecosistema suelen estar sustentados por razones antropológicas más que científicas: según los servicios ecosistémicos que nos brinda cierta especie o hábitat, se decidirá su importancia y por tanto la necesidad o no de protegerlo.
Bajo este argumento, las agregaciones de desove, enormes cardúmenes de peces que se asocian temporalmente para reproducirse, deberían gozar de un nivel elevado de protección. En efecto, las agregaciones sostienen importantes pesquerías mundiales que aprovechan la formación de estos gigantescos torbellinos de peces para capturar un mayor número en un tiempo récord. Nos respaldan también, ofreciéndonos seguridad alimentaria y la certeza de que en nuestros platos encontremos las especies de agregaciones más comerciales como el salmón y el bacalao.
Pero no sólo eso. También son el pilar que sostiene gran número de ecosistemas marinos. Son el meollo de diferentes cadenas alimenticias, asegurando la supervivencia de los eslabones más altos como lo son los mamíferos y aves acuáticas, como los más bajos, compuestos por el zooplancton y los peces pequeños, que se alimentan de los trillones de huevos que las agregaciones depositan a cada temporada de reproducción, y que generan eventos de gran productividad.
Existen más de 300 especies que forman agregaciones reproductivas, dispersas en los cinco océanos, en más de 890 sitios de reproducción.
Estos lugares forman oasis de abundancia, pero esta comida es efímera; conocida y codiciada por muchos depredadores como los tiburones, los delfines, los atunes y las mantarayas, que no dudan en emprender el mismo largo camino de migración que las agregaciones, a sabiendas de que les espera un banquete seguro y accesible. A lo lejos, animales metálicos, embarcaciones pesqueras también surcan los océanos y le siguen la pista a esta abundante y lucrativa migración.
Pese a la importancia ecológica y económica de las agregaciones, únicamente el 34% de los sitios de reproducción cuentan con políticas de manejo, de ellos, sólo el 25% es monitoreado. La falta de protección ha ocasionado que actualmente, el 4% de las agregaciones mundiales estén extintas, arrastrando con ellas sus pesquerías correspondientes.
La ausencia de medidas eficaces se debe en parte a lo poco que se sabe de las agregaciones de desove. Son un hoyo negro marino: se ignora sus procesos biológicos de natalidad y mortalidad, su comportamiento e incluso, se desconoce cuantos peces de una especie hay realmente bajo el agua…
Sin embargo, y pese a la nube de incertidumbre que las envuelve, se ha visto a nivel global, intentos por rescatar las poblaciones de las dañadas agregaciones, con la estandarización de las redes para evitar la pesca de los juveniles, la imposición de límites de pesca por embarcación y la creación de áreas protegidas, donde se prohíbe la pesca de manera parcial o total.
Resulta difícil determinar la efectividad de estas medidas ya que poco tiempo ha transcurrido desde su implantación y por falta de un verdadero monitoreo. Además, otros factores se suman al declive de las agregaciones; investigaciones han demostrado que la edad, agregado al estrés causado por la sobrepesca, cambia los niveles hormonales de las agregaciones, lo que ocasiona una baja de su taza de fecundidad y aminora sus capacidades de reproducción, afectando el desarrollo y supervivencia de la especie. Se ha visto también que el cambio climático es un factor importante que fragiliza aún más las agregaciones de desove.
Por los servicios ecosistémicos que brindan y por sus aportaciones a los demás ecosistemas, es necesario proteger las agregaciones de desove. Protegerlas es conservar el equilibrio de un sinfín de cadenas alimenticias y por tanto de los ecosistemas marinos. Protegerlas es protegernos a nosotros mismos, nuestra seguridad alimenticia depende de ellas. Sobre nosotros recae la responsabilidad de desplazar la línea que mantiene las agregaciones bajo presión, para llevarlas a una zona de protección.
Fuente:
Robinson J and Samoilys MA (Co-editors) (2013) Reef Fish Spawning Aggregations in the Western Indian Ocean: Research for Management. WIOMSA/SIDA/SFA/CORDIO. WIOMSA Book Series 13.
Beger, M. et al. Integrating regional conservation priorities for multiple objectives into national policy. Nat. Commun. 6:8208 doi: 10.1038/ncomms9208 (2015).