Cuando ser devorado es una ventaja

4480659875_6a40f356b9_oLos modelos de evolución del canibalismo sexual consideran que si los machos al ser devorados por la hembra, transfieren los componentes de su cuerpo a los huevos depositados por ella, éstos no deberían ser vistos como víctimas sino como los grandes ganadores de una eficaz estrategia evolutiva. William D. Brown y Katherine L. Barry, de la Universidad de Nueva York y la Universidad de Macquarie, en Australia, estudiaron este fenómeno y llevaron a cabo el primer experimento que confirma esta teoría.
Para probar la hipótesis, los investigadores dieron de comer grillos radiactivos a  mantis religiosas chinas macho, Tenoderasinensis. Éstas procesaron este alimento y lo transformaron en aminoácidos radiactivos. Tras el apareamiento, se dividió al grupo de machos en dos: los que corrían con suerte y eran salvados del canibalismo por la voluntad (divina) humana, y los otros, que abandonados a su suerte acababan en las fauces de las hembras.
Después de aparearse se estudió la radiactividad presente en el cuerpo de las hembras y los resultados revelaron la razón del sacrificio del macho. En efecto,  las hembras caníbales incorporaron a su organismo 88.9% de los elementos radiactivos del macho,  y también  tejidos de ciertos órganos como los ovarios y por supuesto los huevos. Por el contrario, las hembras que no devoraron a su pareja tenían en su cuerpo únicamente el 25.1% de estos aminoácidos transferidos durante la eyaculación. La estrategia resulta ser todavía más eficaz ya que este canibalismo sexual permite fertilizar en promedio 50.9 huevos más, además de que al nutrir los tejidos de los ovarios se potencializa la fertilidad de la hembra para futuras cópulas.
Sin embargo, devorar al macho no es una constante, ocurre solamente entre el 13 y 28% de las veces. Y es que el macho puede escaparse, aparearse de nuevo y fertilizar más huevos. Su “autosacrificio” depende de la probabilidad de encontrar otra hembra con la cual aparearse. Así, cuando las hembras escasean, con esta estrategia evolutiva,  los machos pueden llevar la ”responsabilidad paternal” al paroxismo de “dejarse” devorar.

Fuente: http://rspb.royalsocietypublishing.org/content/283/1833/20160656.article-info
Imagen: Mantis religiosa china por Daryl Brown

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