Hace unas semanas un estudio concluyó que una mayor higiene en la infancia disminuía la diversidad debacterias intestinales y por tanto aumentaba los cuadros alérgicos (ver noticia en Cienciorama “La higiene excesiva en la infancia”). Una vez más, la higiene excesiva se encuentra en el ojo del huracán. Investigadores belgas y franceses de la Universidad de Ghent, en Bélgica y la Universidad de AixMarseille en Francia, encontraron que crecer en una granja y por tanto estar en contacto con el polvo y endotoxinas, un componente de la pared celular bacteriana, protege de desarrollar alergias y asma. Estas últimas aparecen cuando receptores presentes en nuestro organismo detectan la presencia de ácaros, polen, etcétera, y desatan reacciones inmunológicas espontáneas.Sin embargo quedó demostrado que la presencia de endotoxinas y de polvo en el ambiente hace que disminuyan las células que activan las respuestas inmunológicas y por tanto tienen un efecto protector.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores expusieron a un grupo de ratones, durante dos semanas, a pequeñas dosis de endotoxinas, a polvo o a una solución salina de control. Tras estas exposiciones, los distintos grupos fueron puestos en presencia de ácaros, principales responsables de alergias. Se encontró que los ratones que estuvieron desde el principio en contacto con endotoxinas y polvo no desarrollaron alergias mientras que el grupo control sí lo hizo. Esta protección fue en parte atribuida a una enzima, A20, que se genera cuando se está en contacto con el polvo. Experimentos realizados en células bronquiales humanas demostraron que las personas asmáticas o que sufren de alergias producen pocas enzimas A20.
Finalmente, los investigadores estudiaron la base de datos de 1,707 niños de entre 6 y 12 años que habían crecido en granjas. Encontraron que la gran mayoría no sufría ni de asma y ni de alergias. Los pocos que sí presentaban esos cuadros poseían una variación genética en el gene A20 que provoca carencias de enzimas A20 y por tanto pierde su rol protector.
La próxima parada para los investigadores será encontrar la sustancia activa en el polvo que aporta protección. Una vía esperanzadora para desarrollar tratamientos preventivos contra el asma y vacunas.
Fuente: http://www.sciencemag.org.biblioteca.ibt.unam.mx:2048/content/349/6252/1106.full.pdf
Imagen: http://www.historyplace.com/unitedstates/lange/dor12-101.htm